sábado, 5 de mayo de 2012

Para poder abordar mi problemática elegida en relación con las prácticas docentes, es condición necesaria introducir y hacer mención a determinados conceptos. Uno de ellos es el Período de Adaptación:


FUNDAMENTACIÓN PSICOPEDAGÓGICA DEL PERIODO DE ADAPTACIÓN

Publicado por Mariela Parma

La Escuela de Educación Infantil, durante el inicio del período escolar, es una gran desconocida para el niño, tanto en su estructura como en su funcionamiento, y ésta es la razón de que el trabajo de adaptación y comprensión sea fundamental en el currículum de nuestra Escuela de Educación Infantil.

Algunos padres y madres, no le dan la importancia que merece a la incorporación a nuevos ambientes, compañeros y adultos, pensando quizá que los niños se acostumbran a todo con facilidad o incluso que ya están acostumbrados al Jardín.
A otros, los inicios del niño en la Escuela de Educación Infantil les crean una gran ansiedad que hace que desde el primer momento la vivan de forma angustiosa. Uno de los temores más frecuentes de los padres y madres, es el supuesto abandono afectivo en el que cae el niño.
Este temor es infundado, ya que la incorporación del niño a la Escuela de Educación Infantil no supone en ningún momento un abandono o quiebra afectiva. Los padres y madres deben tener presente en todo momento que el educador/a responsable de su hijo o hija es una persona equilibrada emocionalmente, relajada, segura de sí misma, afectiva, tierna, creativa, ingeniosa, sensible, con una estabilidad personal que le permite contactar con el niño, y llegar a tener una relación afectiva con él que le enriquezca y le proporcione la seguridad que necesite.
Debemos considerar que el niño en este período no puede distinguir entre un abandono definitivo y otro temporal, se encuentra con una situación tan desconocida como amenazante para su persona, situación que en algunos casos vivencia como un abandono. Es lógico que en tales circunstancias el niño emplee todos sus recursos para defenderse y oponerse a este hecho. Recursos que pueden ser de dos tipos:
* En un primer grupo nos encontramos con los niños que lloran, patalean, intentan escaparse, pegar a los adultos o a los compañeros, no quieren comer, se niegan a dormir e incluso puede aparecer de nuevo la enuresis (hacerse pis). Todo esto va encaminado a mostrar su rechazo, llamando constantemente la atención de los adultos.
* Por otro lado está el grupo de niños que experimentan una reacción depresiva, el cual se sentará en un rincón, evitando la relación con los otros niños y con el adulto, refugiándose en su soledad o en el objeto que haya traído de su casa. Tenemos que tener presente este tipo de reacciones para no caer en el error de considerar que el niño o niña se ha adaptado porque no llora, ni reclama la atención del medio, es evidente que este tipo de reacción requiere por parte del adulto una gran atención, sensibilidad, cuidado, apoyo y afecto para que supere esta situación y no caiga en una actitud apática que detenga su capacidad de relación si esta experiencia se prolonga.
En definitiva casi todos los niños pasarán por un período de adaptación más o menos largo hasta que recobre la seguridad en sí mismo y la confianza en el afecto y cariño que sus padres y madres le profesan.
Los profesionales de la Escuela de Educación Infantil, conjuntamente con los padres y madres, establecerán las pautas de actuación necesarias para que el período de adaptación se resuelva de forma satisfactoria y los niños se beneficien de las ventajas que supone su incorporación a la Escuela de Educación Infantil. Ventajas que podemos resumir en los siguientes puntos:
* La Escuela de Educación Infantil se presenta como el principal elemento de socialización para los niños. Este va a aprender a compartir, a esperar y a respetar; hecho, que adquiere gran relevancia, ya que se presenta como la estructura intermedia entre la propia familia y la integración del niño en los demás estamentos sociales.
* La Escuela de Educación Infantil nos posibilita el seguir paso a paso el proceso de aprendizaje y maduración de cada niño. Así, podemos detectar los posibles desequilibrios, desajustes o déficit que se vayan produciendo. Esta posibilidad de actuación preventiva va a ser determinante y fundamental para el encauzamiento de los niños.
* La estructura de la Escuela de Educación Infantil está concebida en función de las necesidades de los alumnos. Ofreciendo mayores posibilidades para la manipulación y exploración de los objetos y el espacio, adecuado para su desarrollo. En el marco familiar, los espacios suelen ser limitados, produciéndose continuas prohibiciones, para que no cojan determinados objetos o alcancen o se suban a diversos lugares, hecho que limita sus posibilidades de experimentación.
* El ver, observar y admirar a otros compañeros sirve de gran motivación en determinadas actividades y aprendizajes. En este sentido, todos somos conscientes de las posibilidades que nos ofrece la imitación (control de esfínteres, comida, aspectos psicomotores, etc.) y, muy especialmente, el inmenso valor que el juego tiene a estas edades.
* A través del juego, los educadores facilitarán los medios para favorecer el desarrollo del niño, generando afecto, amistad, compañerismo, ternura y, en general, contribuyendo a una mayor sensibilidad con los otros, lo cual es facultad para otra serie de actividades, como la observación, captación, comprensión de estímulos, etc. que crean en ellos una mayor independencia y autonomía.


1 comentario:

  1. Considero pertinente recalcar, basándome en este texto, que no todos los niños se adaptan de la misma forma a la Escuela, hay varias cosas que se ponen en juego a la hora de llevar a cabo este período. En este artículo se menciona que hay dos recursos que los niños pueden utilizar para defenderse y oponerse a este hecho. Uno de ellos se refiere a niños que lloran al ingresar al Jardín, patalean, intentan escaparse, no quieren comer y se niegan a dormir. Todo esto va encaminado a mostrar su rechazo, llamando constantemente la atención de los adultos. Esto lo vivencié yo con Constanza, una nena que estaba en el período de adaptación y es en la que se basa mi narrativa pedagógica.

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